viernes, 29 de julio de 2016

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yo creo que después de esta crisis moral que hemos vivido en la Argentina, lo que habría que hacer es comenzar una nueva etapa de cambio, tal vez, pero como no se puede de un día para otro, yo hablaría de comenzar un proceso, digamos que para reorganizar un poco el país. para hacerlo más consistente, como para organizarnos bien, deberíamos emitir una serie de comunicados, a los que tendríamos que acatar en común acuerdo. necesitaríamos eso sí, la ayuda de alguna institución e...statal... que sea bien vista, no? que vistan uniformes y que se hagan respetar, sin el uso de la violencia claro (a menos que no quede otra, en caso extremo bueno... es lamentable pero no queda otra)
me parece que es momento de hacerlo, un proceso de reorganización, a nivel nacional digamos.
bueno, por ahí guiar un poco a aquellos que no caen en la cuenta de que hubo corrupción, enseñarles cómo fueron las cosas. y en caso de que ya se les haya enseñado que hubo corrupción y aún así persistan... como todos sabemos y es triste, pero los extremos, es decir, con los extremistas no queda otra que medidas extremas, aunque duela demasiado.
no sé, para pensarlo.

Me cago 2

No, era un sueño. No bajé. Pero lo creí. Y no llegué a cagar. En ninguno de los sueños llegaba a concretar. Siempre me sentaba en el retrete y a último momento pasaba algo, me arrepentía o lo que fuera, me subía los pantalones y salía.
¿Por qué me invadían la casa? ¿Con qué derecho? Si la gente se quedara en su casa siempre, se evitarían demasiados problemas. Pero no. Salen. Son irresponsables. Son promiscuos. Tienen hijos. Generan un movimiento de nunca acabar. Yo me tengo que mudar y otro se tiene que ir del lugar al que yo voy a ir. Hay que vivir rotando. Vivir edificando. Y así. Todos nos movemos por culpa de un par de irresponsables, mequetrefes, que no supieron cuidarse o que quieren tener placer placer y más placer, no les basta con el porno, las minas se mataron comiéndose la constrictor del negro para que el mundo disfrute con eso, pero no, estos tipos quieren vivirla, quieren ser protagonistas de la vida, no se conforman con ver, quieren sentir, sufrir, padecer, sobre todo lo que quieren es eso, quieren sufrir, pasar frío, pasarla mal. Quieren pasarla mal para que la película de sus vidas tenga algún sentido. Me cago. Carajo. Me recontracago.
Yo bajo.
Milagro.
Cuando bajo, silencio.
Todo vacío.
La cocina vacía. El living vacío.
Es como el capítulo de La dimensión desconocida sobre el tipo que se encierra en la bóveda.
El mundo para mí.
Me muevo lentamente. Sin prisa. Me demoro un poco. Busco el papel. Verifíco que todo este bien.
Que haya agua en la mochila.
Busco una Readers Digest.
Es el paraíso.
No sé si muchos de los que se afanan por vivir saben que el paraíso está tan a mano. No sé que harían si lo supieran. Si lo entendieran.

Me cago 1

No sé si era por haber comido tanta grasa el día anterior o por el montón de ansiedad que venía acumulando pero cosa rarísima, me desperté tipo nueve con unas abominables ganas de cagar. Lo que tocaba puerta no era un choricito de mierda sino un torrente líquido.
Pero no podía bajar y meterme en el baño porque habían llegado visitas. Y también estaba la parentela de la familia de mi hermano. Entre sueños no sabía bien qué era la cagada si una ilusión o una realidad pero iba soñando.
Soñaba que estaba en uno de esos grandes casamientos de gente rica, como los que salen en la revista Caras, y me venían unas insoportables ganas de cagar y entonces corría y me metía en un baño que era todo vidriado, todo hecho al buen gusto de esa gente, muy delicado, muy antiguo. Con unos vidrios que no dejaban ver el interior. Desde el exterior solamente podría verse mi forma. Me sentaba en el inodoro y cuando estaba por dejar caer el contenido de mi ser, entraba en la habitación un hombre mayor y se metía en la ducha. No mediaba cortina ni nada entre él y yo.
Me inhibía por completo.
Le decía: ¿A usted le gustaría que yo le hiciera lo mismo?
Me levantaba sin poder relajar la tripa y salía.
Me desperté.
Pensándolo bien, aquel viejo desubicado me había salvado de cagarme encima dormido.
Después me volví a dormir y soñé con que mi cuñada se peleaba con mi hermano y venía a dormir a mi pieza. Y entonces yo me tiraba un pedo ácido tremendo y ella se reía y se ponía bien de humor y se reconciliaba con mi hermano. Mi pedo había sido motivo de conciliación.
También soñé con un médico diciéndome que si no hacía caca (era un pediatra) la popona podía subirme a la cabeza y provocarme una enfermedad como por ejemplo Meningitis. Entonces se me ocurría que esa mierda que tenía que largar era más psicológica que otra cosa y me quedaba un poco más tranquilo.
Cuando yo era chico vivía constipado. Después un día dejé de estarlo y me volví un caguetas. Podía firmar cagarés a todo el mundo.
Hola, señor, le firmo un cagaré.
Señor de la tienda de electrodomésticos, me llevo todo para equipar mi departamento y le firmo un cagaré.
No, señor, cómo lo voy a cagar, si yo en el cagaré le pongo que usted cobra el 20, es porque usted lo cobra el mismo veinte.
Bajé nomás, tenía que vaciar la tripa y que escucharan lo que escucharan, me puse auriculares con música. Y bueno, como los bebés cuando se tapan los ojos y creen que no los ves, yo no escuchaba el pedorreo, el mundo tampoco.